
POETA II
Un mono que gime al espejo
no es un payaso que finge,
pero tampoco un gramático impuro,
un poeta que escribe lo que teme.
No basta que la palabra vuele,
basta su reflejo en los charcos.
Quien lo sabe es hombre o dios,
y vive en silencio la humillación,
sin hacer hablar la palabra que ensucia.
(Yo que he visto a Eurídice creo).
© 2008, Manuel César Martinez (Cádiz, España)
De su libro inédito “Derrota de un hermeneuta”.
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Querido y admirado amigo Manolo: no adjetivo tu poema... pero 'inolvidable' pego a tu talento poético.
ResponderEliminarSonguito: la foto del monito... ¿no es la que te mandé del Juanca cuando era moseque? ¿eh? :)
Abrazo para los dos y los aplaudo.
Juanca.
Sí,coincido con el Juanca, estos versos se te pegan en las memorias, en la psique... luego piensas que son te son propios
ResponderEliminar¿No lo son?
¿La foto? creo que estaba en un archivo viejo, jejeje
Abrazo a los amigos,devotos de las letras, Manu y JuanK
Muchas gracias, Songo y Juanca, Juanca y Songo, que suena ustedes ya como un dúo de salseros, eh...Mil gracias por sus buenas palabras y cuidense, amigos..
ResponderEliminarManu (el incurruptor :-)
Jajaja! "Sóngoro Cosongo" y "Juancamáncala"!!!
ResponderEliminar"Chico, tú sabe` como e`"
Manu, cariño inmenso y siga ese buceo poético de perlas!
"Sóngoro Cosongo" y "Juancamáncala"
ResponderEliminarah migazo Songo, te has pasado, pero qué buenotes suenan esos apodos, eh.
Manu, el incurruptor jeje... si serás malote, manolete, casi no se puede gesticular lo tuyo jaja.
Abrazo largo para los dos y que sigan apareciendo internaturalmente esos poemazos como naranjazos del Manolo.
Juanca.