Dos saquitos de té para una taza - Cecilia Pérez

DOS SAQUITOS DE TÉ PARA UNA TAZA

La mujer está en la cama y abre despacito los ojos, como queriendo no despertarse; su mano izquierda mueve las frazadas hacia la izquierda y desliza sus piernas hacia el borde de la cama, suavemente, hasta que su pié derecho se apoya en el piso de madera. Con un tono acorde a sus movimientos, dice:
-Para darme suerte...

La mujer está parada a un paso de la cama y mira hacia ella, ella la cama y ella misma porque al mirar la mujer se ve todavía acostada.

Gira su cuerpo y abre el ropero (se pone lo primero que su mano derecha toca).
Ahora camina la oscuridad de la casa y entra a la cocina; entra en ella sabiendo que dos pasos más hacia adelante la hará chocar contra la mesa; como jugando con los primeros bostezos oscuros de la noche, da un paso hacia adelante y dos hacia el costado; apoya sus manos sobre la mesada y luego tantea la superficie de mármol buscando la taza en la cual, antes de cada medianoche, pone dos saquitos de té.

Otra vez los primeros bostezos, pero estos son anaranjados y es la mañana que entra tímidamente en la cocina; cede la oscuridad las sombras dormidas y los ojos de la mujer se abren y cierran como dos sonrisas en un subi- baja imaginario.

Encuentra, agarra y apoya la taza de té con los dos saquitos sobre la mesa, luego pone agua en la pava y la apoya sobre la hornalla que ha encendido.

La última imagen de esta historia nos muestra a la mujer sentada que se espera... para no desayunar sola.


2010, Cecilia Pérez.
Loma Negra, Partido de Olavarría, Prov. de Buenos Aires, Argentina.