
FOTOSÍNTESIS
Crecemos con el abono que creen adecuado,
la cantidad de agua que piensan correcta
y tratan de darnos luz,
paseándonos por los rincones de la casa.
Salimos de la tierra.
Vamos hacia arriba.
Y por alguna razón,
creemos que hay que llegar al cielo.
Al principio tenemos hojas verdes,
firmes y brillantes;
nos acarician y nos hablan.
Cuando transplantan gajos
entendemos que no es eterno
el cuerpo en la maceta.
Y vamos disfrutando la fotosíntesis
pero siempre con miedo a la guadaña.
Es la vida…
a veces nos mea por el perro y
nos hace viajar en mudanzas.
O somos abandonados bajo el sol y la lluvia,
padeciendo vientos y granizos.
Crecemos con tiempos de calendarios.
Pronto aparecen los retoños,
pequeños ángeles que nos sacan hojas amarillas,
pero trepan fuertes, se nos parecen,
y verlos grandes es una gota de rocío.
Cuando logran altura
pasan a otra maceta
casi sin darnos cuenta,
se independizan.
¿Y si no era el abono adecuado
y el agua, no era suficiente?
Tenemos pérdidas hasta los tallos,
momentos de tierra seca en que la muerte acecha.
Es fácil bajar los gajos.
Querer ser colgados de un ventanal.
Pero pasan las hormigas, los pesticidas
y comenzamos a buscar en los recuerdos,
a hurgar en nuestra naturaleza.
Es difícil llegar.
Siempre que se alcanza el poroto
huele a podrido la formación.
¿Era el abono adecuado
el agua suficiente?
¿Y sí hay que llegar a la semilla,
al papel secante de germinación,
despojarse de todo y
no creer más en el palito que ataban
para hacernos crecer derechos?
Quizás no es tan bueno que remuevan la tierra
y nos protejan del clima.
Tal vez para llegar a las raíces
haya que dejarse llevar por el viento,
romper la maceta al caer por un balcón,
viajar por aguas de alcantarilla,
llegar al río,
flotar hasta el mar
y encontrar alguna isla
para mezclarse con nuevas especies.
Puede que así nazcan otros retoños
y logren dar el fruto, la flor.
Quizás lejos de las tijeras de podar,
los pimpollos crezcan como enredaderas.
Y disfruten la fotosíntesis,
sin miedo,
sin terror a la guadaña.
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FUSIÓN
Una gaviota de plomo,
caga al soldado Juan Salvador
que recorre Comala
buscando a Pedro Páramo.
En la isla de El Silencio,
se esconden sotanas de fuego.
Las piedras alcanzan el cielo
sin jugar a la Rayuela.
Memorias del convento
sin máquina de volar
para leer el evangelio
según María Magdalena.
Ensayo sobre la visión
de doce cuentos de burgueses
con cien años de compañía.
Un Buen Día
habrá un túnel, sin celos,
sin Resistencia, Antes del Fin.
Perdidas en las bermudas del Aleph,
las gotas de nieve
manchan la sangre
de una Infancia sin Inocencia
de Juventud y Desgracia.
En el día boca abajo
el lobo está en la ciudad,
Siddharta está en la estepa
de los ojos de gato rojo.
El Hijo de Hombre
lee poemas de Goethe, sin barca
y es supremo en El baldío.
Neruda, paz en Machado;
Bukowski, Octavio, en Baudelaire.
Y el Príncipe no es tan Maquiavelo,
sino guerrero de la oscuridad.
Oliverio que no gira hondo
porque Pessoa, interpreta los sueños
de todos los Freud.
Una masacre A Sangre Fría,
sin operación,
cuenta ovejas que, no caen,
por El Desbarrancadero.
El llano en aguas,
escribe cartas para plagiar
por el tubo de Papillón.
Ya no vuelan más Hojarascas,
la Maga, está con el Horacio.
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(c) Carlos Caposio / Malacara Estepario
Gracias mi viejo, un hermoso mimo, ahí lo comparto. Que bueno que te gustaron las fotos. El atardecer es en Gualeguachú, Entre Ríos; el campo es uno de los tantos que se encuentran en Tandil, Buenos Aires.
ResponderEliminarSin más, un abrazo fuerte y buenas letras.
Dejo dirección de mi blog por si alguien quiere continuar leyendo...
...http://blogs.clarin.com/la-fusion-de-los-generos/
Magnífico... Me encantaron las fotos, desde Gualeguachú hasta Tandil, desde Bahía Blanca hasta San Juan, abrazo !!!
ResponderEliminarCompadre Carlos, hola.
ResponderEliminarMe saco el piluso de lana negra y te aplaudo, poeta que escribe con el corazón en las manos.
Los dos, pero FOTOSÍNTESIS... ah migo, es un poema escrito para el no- olvido.
Abrazo fuerte para vos y el fratello Songuito.
Carlos, qué puedo decir ante semejante obra: simplemente ¡¡¡Genial!!!, me saco el sombrero y te aplaudo
ResponderEliminarUn abrazo
Siempre me alegra ver tus visitas y comentarios querida Graciela.
ResponderEliminarSaludos,