El origen de la sonrisa - Juan Carlos Vecchi

EL ORIGEN DE LA SONRISA

Hace más tiempo que espacio considerando que seguimos en el mismo planeta de siempre, cuando la vida era mucho más peluda, un monito Cai deambulaba la selva de aquí para allá y viceversa, buscando semillitas, piojos, garrapatas, yuyitos naturales y todas cosas chiquitas para seguir en vigencia, cuando se encontró de frente con un enorme y hambriento orangután.
-Bueno, bueno... -repitió el orangután al verlo mientras se frotaba felizmente sus manazas porque justamente andaba buscando algo para el aperitivo y los monitos Cai combinan muy bien con el salamín picado grueso y el queso gruyere.
-¡Ah, Dios me libre y guarde en un bolsillo! -exclamó el monito Cai mientras de la nada apareció en sus manitas una cámara digital de última generación. Dió dos o tres pasitos hacia atrás y apuntó la lente directamente hacia la descomunal caripela del orangután:
-Para National Geographic, fierita... -solicitó la vocecita de su instinto.
Y como ya dijimos, muy hambriento estaba el organgután, pero de fama... éste se mandó una sonrisa para la posteridad y enseguida se hicieron amigos y por mucho tiempo se la pasaron recorriendo la selva, recolectando todas esas cosas chiquitas y comestibles para que el monito Cai siguiera en vigencia y así, poder sacarle una foto por mes al orangután y además contarle dónde se escondían el resto de los Cai por aquello que los científicos afirman sin escrúpulo alguno: "nada mejor que un monito Cai para el aperitivo de un orangután hambriento...".

2011, JUAN CARLOS VECCHI (ARGENTINA).