
LOS VIAJES
Los hombres creen que los viajes
son cosas profundas, que engrandecen.
Y adulan al viajero
para que no envejezca.
Si embargo, en la yerbecilla cálida,
o en la negra redondez de un agujero
hay inmensos secretos ocultos.
Sólo hace falta acercar las manos,
tomarlos lentamente y uno a uno
y llevárselo luego a los labios
como si fueran vino o agua fresca...
ELOGIO DE LA PALABRA
Una palabra es como un grano de arena:
cosa pequeña, insignificante,
que sirve sin embargo para construir muros inmensos.
Muchas veces las palabras nos brotan desmayadas
y somos desgraciados.
Decimos cosas duras y mentimos.
Y eso es triste, como quedarse de repente sin palabras.
La palabra más dulce, sin embargo,
es la palabra de amor que se pronuncia en media sombra
con las manos enlazadas como zarcillos silvestres.
Y la palabra que ya no es palabra
porque se dice con los labios apretados por un beso.
Hay gentes que hablan
como si tuvieran en la garganta estíos y muchas cicatrices.
Les brota de la palabra
un olor a humo y a desgracia.
Generalmente mueren solos, como barcos sin ancla.
¡No hables tú nunca como ellos!
Sería triste saber que has olvidado tu alma en el armario
y haber perdido la llave
y no poder traértela.
La palabra es la semilla de Dios.
MIEL
La miel es un líquido espeso.
Lo derramo en mis labios cuando estoy triste
y me vuelve alegre y me fortifica.
La miel debe haber sido la ambrosía de los dioses.
Tu voz es un poco de miel
cayendo en espirales desde el viento.
Te hablaré de la miel,
de las abejas,
de los secretos de la miel y las abejas.
Los campesinos van al bosque.
Rompen con sus hachas la madera viva
de los árboles
y desalojan el panal.
Se acercan las manos a la boca y se sonríen.
En esos momentos son
completamente felices.
Hay quienes hablan
de la miel de las palabras
y de la miel de los besos.
Pero ni las palabras ni los besos
se deslizan tan pegados a los labios
como esos hilos pesados de las mieles salvajes.
Los que hablan de los besos de la miel
no han probado la miel
o no han probado los besos.
Un panal es una cosa redonda,
Dura en apariencia como una piedra.
Sin embargo, al abrirlo, se siente uno como un dios campestre
y no le envidia a nadie
ni las tristezas ni las alegrías.
Dentro de los panales están las abejas.
Y las abejas fueron las despenseras de los dioses...
BEETHOVEN
Este es un film sobre la vida de Beethoven.
Fue escrito siguiendo la vida de William Shakespeare.
¿Oyes esa llama que crece y crece y se derrama y se derrama como un agua
hirviendo?
Es la Heroica. Es el alma de Beethoven proyectándose,
estirándose y encogiéndose sobre las montañas más grandes.
¿Escuchas esa suavidad tierna y sencilla?
¿Ese aleteo de mejillas suaves como uvas maduras?
Es el Claro de Luna
cayendo desnudo sobre nuestros corazones.
CAMPANAS
La ciudad nos envuelve largamente,
como una noche dolorosa.
A nuestro lado ruedan los camiones
como brujas agónicas.
Una campana se queja a lo lejos desesperadamente.
Algún campanero irascible le estará golpeando el corazón.
Caminemos.
Olvídate del mundo.
Piensa solamente en lo que llevas piel adentro
y sabrás qué dulce y qué sabroso es, de pronto vivir.
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Jorge Debravo nació en Guayabo de Turrialba (Costa Rica) el 31 de enero de 1938 y murió en San José el 4 de agosto de 1967. A los 29 años cumplidos.
Nacido en un hogar de muy pobres recursos, aprendió con la ayuda de su madre las primeras letras y gracias al producto de su trabajo en el campo cuando apenas era un niño, compró sus primeros libros. A los 14 años recibió una beca para terminar su primaria en un pueblo cercano.
Estudió periodismo por correspondencia e historia de las religiones, y repasó constantemente sus libros favoritos de autores como Pablo Neruda, Amado Nervo, Miguel Hernández y Whitman.
Falleció en 1967 a los 29 años en un accidente de tránsito.
A pesar de su corta vida dejó una importante obra premiada póstumamente en su país con el Premio Nacional de Poesía. Entre sus libros se destacan «Milagro abierto» en 1959, «Bestiecillas plásticas» en 1960, «Devocionario del amor sexual» en 1963, «Nosotros los hombres» en 1966, «Canciones cotidianas» en 1967, «Los despiertos» (póstumo) en 1972 y «Vórtices» (póstumo) en 1999.
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