Alguien ya se ha llevado la rima, GEGE

Llamado por sus papis y nonos, amigos y sisis, “Gege”, Hermógenes Sógenes Aristógenes Eustágenes Mostágenes Trógenes Fffestógenes Papepi (el original era “Papepipopu”, pero un tal Popu les hizo problemas), siempre ha sido un fenómeno para las Ciencias Naturales y Matemáticas; también, un reconocido experto dominando dos lenguas: Vinagreta y francés. Pero Zulema, su prima, insiste con echarle baldazos de cemento fresco encima de su existencia porque afirma que es insoportable estar cerca de Gege ya que rima cuando bosteza o si tiene pereza ¡hasta cuando hace la tirolesa!

Zulema contó, que Gege el otro día a la verdulería entró, y diciendo se anunció:

— ¡Holando, Don Fernando! Deme 2 kilos de papas, le debía 3 pesos y ahora dos… son cinco en total; tengo plata, menos mal.

Lo siguiente expuso, en otro lugar de la noche: “Si la energía es eólica/Siempre la genera el viento/Y en eso no le miento.”.

Al lado de un pizarrón, entre un florero y un escritorio, una mañana explicó:

—Si tres por cuatro es 12… 12 es 3 veces 4… o 4 veces 3. Y sepan que más difícil también lo sé.

En Paris nunca estuvo, pero en una esquina de su barrio el destino le acercó a una señorita francesa. Ella muy dulcemente algo le preguntó y él le respondió:

— ¡Bienvenue! ¿ Me da una nue… Mademoiselle?

Y así es, conocimientos a los cuatro vientos siempre Gege ha regalado.

¿Saben qué? Como Zulema, también pienso que Gege abusa con la rima, siempre quise hacérselo ver, pero sucede que Gege nunca se saca los anteojos de sol.

Gege: tus genes nunca me contagiarán; por mis orejas, de lado a lado, tus rimas pasarán pasarán… pero nunca se quedarán… ¡Creème, Gege, jeje! Y no te enojes, ni me mojes la enagua con agua porque llevo paraguas y, si por tu casa paso, dame un abrazo.

Gege: vos te sacaste de encima la rima y ahora la tengo encima yo hasta cuando juego al yo- yo cerca del arroyó.

Gege: ni vos ni nadie me lo ha dicho (sos un bicho), ¡que ahora soy yo el que rima y rima! Por eso ya me quiero ir, después del punto final, despacito, despacito, dejando la rima a un costadito, a ver si algún lectorcito entra… ¡y se la lleva un ratito, ratón o ratoncito!!

© 2010, Viviana Miquelarena (Argentina).