Vidas después de la muerte
(a James Simmons)
1
Despierto en un oscuro piso
al suave rugido del mundo.
Las palomas se hacinan sobre los blancos
techos mientras corro las cortinas
y veo caer sobre Londres
la lluvia fresca a la luz de la mañana.
al suave rugido del mundo.
Las palomas se hacinan sobre los blancos
techos mientras corro las cortinas
y veo caer sobre Londres
la lluvia fresca a la luz de la mañana.
Este es nuestro elemento, la brillante
razón en que confiamos
para las soluciones a largo plazo.
Los oradores parlotean y las armas
llegan a un callejón;
pero no perdemos la fe
razón en que confiamos
para las soluciones a largo plazo.
Los oradores parlotean y las armas
llegan a un callejón;
pero no perdemos la fe
en que los asuntos de ahora
sorprenderán a los niños educados
en sus escuelas no sectarias
y los lugares oscuros
refulgirán de amor y poesía
cuando el poder del bien prevalezca.
sorprenderán a los niños educados
en sus escuelas no sectarias
y los lugares oscuros
refulgirán de amor y poesía
cuando el poder del bien prevalezca.
Qué clase de mierda burguesa somos
para imaginar por un segundo
que nuestros ideales privilegiados
son sabiduría divina, y que las tenues
formas que se arrodillan a mediodía
en la ciudad no somos nosotros mismos.
para imaginar por un segundo
que nuestros ideales privilegiados
son sabiduría divina, y que las tenues
formas que se arrodillan a mediodía
en la ciudad no somos nosotros mismos.
2
Viajo en barco para ir a casa
por primera vez en años.
Alguien toca una guitarra
en la oscura cubierta mientras
una gaviota sueña en el mástil,
las olas salpicadas de luna se regodean.
por primera vez en años.
Alguien toca una guitarra
en la oscura cubierta mientras
una gaviota sueña en el mástil,
las olas salpicadas de luna se regodean.
El barco tiembla al amanecer, entra
formando un amplio arco
para regresar vibrando al lago gris
más allá del buque faro y la boya,
de las gradas y el árido muelle
donde arde un foco desnudo;
formando un amplio arco
para regresar vibrando al lago gris
más allá del buque faro y la boya,
de las gradas y el árido muelle
donde arde un foco desnudo;
desciendo en la costa bajo una fina lluvia
y camino a una ciudad tan cambiada
por cinco años de guerra
que apenas reconozco
los lugares donde crecí,
los rostros que tratan de explicar.
y camino a una ciudad tan cambiada
por cinco años de guerra
que apenas reconozco
los lugares donde crecí,
los rostros que tratan de explicar.
Pero las colinas conservan el mismo
gris azul en el cielo de Belfast.
Quizá si me hubiera quedado
a vivir los bombardeos
al fin podría haber madurado
y aprendido lo que significa hogar.
.::
Octubre
Octubre
El encalado monasterio donde nos sentamos
a escuchar el Ageo y a contemplar
una cápsula espacial entre las estrellas
estará cerrado desde ahora para el invierno,
y en los bares del puerto,
libres de la muchedumbre del yate,
estarán sirviendo ouzos por la mañana a los tripulantes
del Aghios Ioannis y del Nikolaos,
donde juegan dominós
a la luz de una lámpara de parafina.
Europa, tras la primera lluvia de invierno,
brilla con una luz cadavérica.
Un viento frío barre el confiscado parque infantil,
una multitud de hojas avanza como almas muertas
por las avenidas desoladas como si condujeran
al reino de los muertos.
Un desertor alcohólico
toca “La era del rock” con un solo dedo
en el piano de cola de su apartamento de Moscú,
el largo viaje del día hacia la noche
a punto de culminar. Algún frío destino
nos aguarda en el fin del mundo.
brilla con una luz cadavérica.
Un viento frío barre el confiscado parque infantil,
una multitud de hojas avanza como almas muertas
por las avenidas desoladas como si condujeran
al reino de los muertos.
Un desertor alcohólico
toca “La era del rock” con un solo dedo
en el piano de cola de su apartamento de Moscú,
el largo viaje del día hacia la noche
a punto de culminar. Algún frío destino
nos aguarda en el fin del mundo.
Como las hojas, nos acercamos
a la vista del último río,
a su son et lumière,
al aliento del mar nocturno.
Como si ya fuéramos fantasmas,
buscamos en los bolsillos la moneda estigia.
a la vista del último río,
a su son et lumière,
al aliento del mar nocturno.
Como si ya fuéramos fantasmas,
buscamos en los bolsillos la moneda estigia.
.::
Todo va a estar bien¿Cómo no he de alegrarme al contemplar
las nubes que se despejan más allá de la claraboya
y la alta marea reflejada en el techo?
Habrá agonía, habrá agonía,
pero no hay necesidad de pensar en eso.
Los versos fluyen de la mano con espontaneidad
y la fuente secreta es el corazón atento.
El sol se levanta a pesar de todo
y las lejanas ciudades son hermosas y brillantes.
Me recuesto aquí bajo la rebelión de la luz solar
mirando el amanecer y el vuelo de las nubes.
Todo va a estar bien
---
Versiones de Alejandro Bajarlia, traducidas de los originales en inglés.Octubre, 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario