Un blog literario donde se puede hallar lo extraordinario, lo natural, lo cotidiano y lo etéreo, en letras, en palabras. Regalos de poetas, de artistas, de escritores.
sábado, julio 22, 2017
Ego Sum - Gaspar Octavio Hernández (1893-1918)
Ni tez de nácar, ni cabellos de oro
veréis ornar de galas mi figura;
ni la luz del zafir, celeste y pura,
veréis que en mis pupilas atesoro.
Con piel tostada de atezado moro;
con ojos negros de fatal negrura,
del Ancón a la falda verde oscura
nací frente al Pacífico sonoro.
Soy un hijo del Mar... Porque en mi alma
hay -como sobre el mar- noches del calma,
indefinibles cóleras sin nombre.
Y un afán de luchar conmigo mismo,
cuando en penas recónditas me abismo
¡pienso que soy un mar trocado en hombre!
---
Tomado de Poesía de Panamá, Universidad de Panamá, 2015, Edición Bilingüe con las versiones rusas de Pavel Grushko.
Excelente poema, siempre lo leía en el parque de Santa Ana, cuando jugaba ahí, en las tardes.
ResponderEliminarLo leí por primera vez, sobre un monolito en el Parque Santa Ana (ciudad de Panamá).
ResponderEliminarImpresionante, me pareció oír el murmullo del mar que ahí menciona.